La Pareja Perfecta

Aceptémoslo, ni Superman es perfecto. Y aunque lo fuera terminaríamos por encontrar algo en él que no nos gusta. Está en nuestra naturaleza encontrar defectos en las personas, el problema es cuando se nos olvida que nosotras tampoco somos perfectas.

Absolutamente nadie tiene a la pareja perfecta. A menos de que encontremos la manera de confiar en nuestro instinto y en nuestra inteligencia; nos demos un poco de crédito y veamos que tenemos a la pareja perfecta para nosotras.

Y cuando digo perfecta no me refiero a que sea una persona sin defectos, que no cometa errores y que haga todo lo que queremos y cuando lo queremos. Me refiero a que es la persona con la que debemos estar, la persona que nos completa y nos hace felices.

No debemos olvidar que la felicidad no es algo que nos llega por suerte o que nos dan los demás. La felicidad es una elección, y nadie hace esa elección ni es responsable de ella más que nosotras mismas.

En la medida que entendamos eso y nos comprometamos con nuestra felicidad, nos comprometemos con nuestra pareja y con el bien de nuestra relación. Hace poco me dijeron algo muy cierto, “No te preguntes con quién te casaste, pregúntate que persona llevas TU al matrimonio”.

Pregúntate qué se siente estar casado contigo. Cuando nos hacemos conscientes de estas preguntas, automáticamente cambiamos un chip en nuestra cabeza que nos llevará a esforzarnos más, a enojarnos menos y a ser más felices y automáticamente nuestra relación y nuestra pareja serán más felices.

Así que cuando veas a tu pareja, recuerda que tu lo elegiste y lo elegiste por algo, no olvides porqué. Quizá no sea perfecto, quizá no sea el hombre modelo, pero es quien te hace feliz y ¡eso es perfecto!