¡Que angustia!
- madreadiario
- 10 abr 2015
- 2 Min. de lectura

Estas embarazada, muy feliz, fantaseas todo el día sobre el momento en el que conocerás a tu pequeño retoño y de pronto se te ocurre que no sabes qué vas a hacer cuando estés en tu casa y por primera vez comience a llorar y no pare, o si no puedes dormir durante una semana entera, o qué harás si no te baja la leche, o si no sirves para ser mamá, o….
Preocupaciones hay muchísimas y a veces hasta nos inventamos unas espectaculares, muchas de ellas una vez que las vives te das cuenta que no tenía ningún sentido preocuparte, pero mientras no sabemos cómo serán las cosas, nos angustiamos. Además tenemos 9 meses completos para pensar y pensar sobre lo que no conocemos.
El embarazo es un periodo maravilloso, contrario a lo que he llegado a escuchar un par de veces, no me parece el estado ideal de la mujer, pero si es una etapa muy linda. Solo que es una etapa con dos caras, vives cosas muy lindas pero otras no tanto, estoy segura de que nunca en tu vida sentirás tanta incertidumbre como con tu primer embarazo.
Aunque es normal preocuparse con todas las cosas que pasan por nuestra cabeza, debes de buscar la forma de no estar angustiada todo el tiempo, o demasiado tiempo. Hay actividades que te pueden ayudar a lograr esto, puedes por ejemplo buscar una clase de yoga, caminar, escribir e incluso meditar si lo disfrutas.
Yo por ejemplo todos los días hacía la “Relajación Arcoiris” que me dieron en mi curso de Hipnoparto (puedes encontrarla en YouTube) y así dedicaba media hora, todos los días a mi bienestar y el de mi bebé. Me ayudaba muchísimo a relajarme, a veces incluso hasta me quedaba dormida, y así conscientemente comencé a cambiar mis pensamientos de angustia por pensamientos más agradables.
Cada vez que la angustia te asalte, no le des cuerda, en vez de eso cámbiala por pensamientos lindos, positivos y que te alimenten y si de plano no puedes, ponte a hacer alguna otra actividad que te distraiga, pero no te claves con ellos. Te aseguro que nada bueno te traerán.
¡Así que la angustia a volar! Apapáchate, déjate apapachar y disfruta lo más que puedas porque dentro de poco tu vida nunca volverá a ser la misma y todo el tiempo que dediques a angustiarte pronto te parecerá tiempo perdido. En menos de lo que canta un gallo estarás cambiando pañales y atendiendo a tu bebé como si lo hubieras hecho toda la vida.