¡Le caigo gordo!
- madreadiario
- 30 abr 2015
- 2 Min. de lectura

Cuando nuestro bebés comienzan a crecer y a darse cuenta de que son personas diferentes a nosotras; cuando se dan cuenta de que si gatean pueden moverse de un lugar a otro y tener cierta independencia, comienza una etapa difícil para nosotras como madres, ¡de muchas que vendrán!
De pronto nuestro bebé ya no quiere estar sentado, no quiere estar cargado, no quiero estar acostado, ¡lo único que quiere es irse corriendo! Solo hay un pequeño problema, aun no gatea del todo, no camina y por supuesto de correr ¡ni hablamos!
Y entonces empieza una eterna pelea, con mamá generalmente. Ya que sentimos que es como si no nos quisiera, llora cuando lo cargamos y nos empieza a hacer berrinches. Pero de pronto llegan los abuelos o incluso el papá y ¡que alegría! Resulta que a ellos los ama.
Llegamos a preguntarnos ¿estaré haciendo algo mal? ¡No! Lo estás haciendo muy bien de hecho, resulta que tu eres el mundo para tu bebé, que si se pone así contigo es porque contigo se desahoga. Te tiene toda la confianza para demostrarte que está enojado porque tu le das seguridad, porque sabe que tu estás ahí para que él este bien.
Lo que necesitamos es comprender sus etapas y no juzgarnos a nosotras mismas. Porque cuando pensamos ¡le caigo gorda!, nos estresamos y entonces nuestro bebé siente todo ese estrés. Lo cual por supuesto no se traduce en nada bueno.
Recuerda que tu eres su mamá, que no hay nada más importante para él que sus papás. Recuerda que confía plenamente en ti y que lo que está haciendo es pedirte ayuda. Juntos van descubriendo el mundo y entre más apoyo sienta de tu parte mejor lo hará, recuerda él es el bebé, tu el adulto.
Así que ¡cuenta hasta diez, respira profundo y a disfrutar de tu bebé!