¿Aquí lo van a cuidar?

Cuando iba a nacer mi hijo, decidí que aunque quería seguir trabajando lo haría desde casa porque quería estar dos años con él y seguir su desarrollo día a día. Ha sido una experiencia increíble que no cambio por nada, escuchar sus primeras palabras, ver sus primeros pasos, seguir cada pequeño logro ¡no tiene precio!

Ahora él está a punto de cumplir un año y a diferencia de hace unos meses cuando lo sentaba junto a mí mientras yo trabajaba y él se entretenía con sus juguetes, ahora trabajar se ha convertido en una misión imposible. Él solo quiere caminar, y caminar, y caminar. Necesita interactuar mucho más que antes y ya no es tan fácil entretenerlo así que de trabajar ya ni hablamos. ¡Por supuesto! Esta descubriendo el mundo y no hay porqué perder el tiempo sentado estático en el piso.

Entre otras, ésta es una de las razones por las que decidí que era momento de meterlo a una guardería al menos un par de días a la semana. Por mucho que quiera estar con él todo el tiempo también necesito tiempo para cumplir con mi trabajo y necesito cuidarme.

Esto evidentemente desencadenó un scouting intensivo de guarderías y debo decir que quedé sorprendida. Cuidar niños ajenos no es cualquier cosa, sin embargo en algunos lugares que visité así parecía.

Por un lado escuchaba “darles amor a los pequeños, es lo más importante para nosotros” pero mis ojos veían otra cosa, niños abandonados, sollozando sin parar y sin nadie que los volteara a ver. “La seguridad es muy importante para nosotros” mientras un niño se aventaba de cabeza por una resbaladilla y nadie se inmutaba. “Nuestro personal, está muy capacitado y siempre pendiente de los niños” mientras la maestra estaba clavada en su celular sin voltear a ver a los pequeños, que solos buscaban la forma de entretenerse, “así es como los niños planean sus propios proyectos y luego los ayudamos a llevarlos a cabo” fue la justificación.

Wow, y lo único que pasaba por mi cabeza era ¿se supone que tu lo vas a cuidar? ¿se supone que tu vas a darle amor, guiarlo, ayudarlo en su desarrollo y velar por su seguridad? ¡no lo creo!

Afortunadamente encontramos un par de opciones en las que verdaderamente veíamos lo que estábamos escuchando, en las que me quedaría tranquila de saber que mi hijo estará en buenas manos.

De verdad si tienen la necesidad de meter a su pequeño a una guardería tómense el tiempo de visitarlas, hacer preguntas, ponerse muy críticos, al final tenemos todo el derecho. No podemos dejar a nuestros hijos en cualquier lugar y luego asumir las consecuencias porque nos dio pena preguntar, o porque no teníamos tiempo de hacer tantas visitas o por cualquier razón que parezca que así es más cómodo.

Yo me di cuenta de que no en todos los lugares se toman las cosas tan serias, no sentí que realmente tomen la responsabilidad de lo que implica cuidar y formar a los pequeños, eso me dio mucha tristeza, pero sé que ahora tomaré la mejor decisión, una decisión informada que verdaderamente me dejará tranquila.