¿Te gustas?
- madreadiario
- 20 jul 2015
- 2 Min. de lectura

Yo como seguramente muchas de ustedes, pertenezco también a grupos de mamás en Facebook donde hay de todo; consejos, desahogos, ventas, apoyos y uno que otro sombrerazo entre mamás que no logran ponerse de acuerdo. Me gusta seguir los posts cuando tengo tiempo ya que uno aprende muchas cosas, puede ayudar a otras y de vez en cuando sacar un dinerito extra.
Pero últimamente he visto muchas mamás que se quejan de que sus esposos les reclaman que no se arreglan. Por supuesto la respuesta de la mayoría es ¿a qué hora? ¡A veces no me da tiempo ni de bañarme! Y es que efectivamente cuando los hijos llegan todo cambia y la vida se vuelve un torbellino que va pasando, un torbellino muy divertido sin duda, pero aún así cuando dan las ocho de la noche y los niños ya están dormidos es cuando decimos ¿quién me atropelló? Y así cada día.
Sin embargo, aun cuando hace poco publiqué un post dedicado a todos los papás que no aprecian el trabajo de las mamás que se quedan en casa y que piensan que todo es muy fácil; creo que en ese punto en específico nuestros Supermanes tienen un punto.
Y me refiero a que cuando no tenemos tiempo de arreglarnos, vamos pasando por los espejos de la casa y al ver nuestro reflejo pensamos “que mal me veo”, “qué horror mi cara”, “parece que me acabo de levantar” y cosas por el estilo. Y la verdad eso no hace nada bien a nadie, ni a nuestro autoestima, ni a la forma en la que llevamos el día y mucho menos a nuestra pareja que llega y ve el reflejo de lo que estuvimos pensando todo el día.
Definitivamente creo que arreglarnos puede cambiarnos el día. Y no me refiero a que nos maquillemos y peinemos como si fuéramos a ir a de fiesta o como cuando íbamos al antro, pero recogernos el pelo para que se vea arreglado y darnos una manita de gato con un poco de maquillaje no nos toma más de 15 minutos que creo todas podemos encontrar en algún momento en la mañana.
Si logramos aprovechar esa pequeña siesta o encontrar el juguete adecuado o simplemente dejar a nuestro bebé por algunos momentos en su cuna mientras le platicamos y nos arreglamos, nos sentiremos mejor el resto de día con nosotras mismas. Cuando pasemos frente al espejo nuestro pensamiento será diferente y por tanto impactará en nuestra actitud. Y cuando nuestra pareja llegue le gustará lo que ve.
Así que creo que vale la pena hacer el esfuerzo y así como los señores deben de entender y valorar todo el trabajo que hacemos en casa, creo que nosotras también debemos cuidarlos a ellos y hacer un pequeño esfuerzo primero por nosotras y después por el impacto que puede tener en nuestra relación.