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¿De verdad puedes sentirte así?

  • madreadiario
  • 25 ago 2015
  • 3 Min. de lectura

Hoy pensaba escribir sobre algo más pero acabo de terminar de leer un blog de otra mamá y me quedé muy pensativa y quise compartir estos pensamientos con ustedes.

La entrada que leí me dejo un tanto abrumada, me pareció que el sufrimiento de esta madre no era normal. En un principio me pensé que se trataba de cómo hay días que no quieres ser madre, que quisieras salir corriendo y olvidarte de todo, hasta puedes llegarte a preguntar ¿en qué momento se me ocurrió?

Todas tenemos días difíciles, yo misma he escrito sobre ellos (mi último post habla sobre ello); pero de eso a que cada día sea un absoluto martirio y que cada día haya algo que sea “mágicamente devastador” o que después de disfrutarlos 3 minutos quieras salir corriendo, me hizo sentir triste. ¿Cómo algo puede ser mágicamente devastador? No la juzgo, de ninguna manera, pero si me da tristeza saber que hay madres que se sientan así.

Últimamente me siento increíblemente maravillada por mi pingo de 13 meses, me fascina verlo explorar, reírse, voltearme a ver y salir corriendo para darme un abrazo, y ver cómo cada día descubre algo nuevo y avanza en su desarrollo. Cada noche cuando me voy a dormir prendo el monitor para verlo por última vez en el día y asegurarme que está bien, y no me queda más que dar gracias por ese pequeño ser que ilumina nuestros días. Cada día siento que el corazón se me va a salir con tan solo ver su sonrisa.

Una sonrisa que de pronto sin ningún motivo aparente se convierte en un grito, en un llanto o en un berrinche. Y claro eso se vuelve estresante. O la famosa “hora cero” cuando no saben ni qué quieren, ni porqué lo quieren, cuando tenemos ganas de meterlos a bañar antes de tiempo y a la cama y luego nos acordamos que si hacemos eso probablemente estemos sufriendo muy temprano en la madrugada porque despertó antes, ni modo a aguantar los últimos minutos que a veces pueden parecer eternos. Y no voy a negar que todas las noches después de dormirlo, descanso y me tomo un ratito para mi, para relajarme.

Pero eso no significa de ninguna manera que al día siguiente al abrir los ojos sufra al recordar que el día de hoy puede ser un martirio. Al contrario, tengo unas ganas increíbles de ir a verlo y ver esa sonrisa que me llena de energía. Sé que probablemente haya algunos momentos no tan fáciles en el día pero no importa, porque sé también que serán compensados por todos esos momentos increíbles.

Así que si tu también te sientes como la mamá que leí, e insisto no la juzgo en ningún momento, tal vez tengas depresión postparto, a veces ésta puede ser silenciosa o no estar diagnosticada. Hace poco leí el libro de Katia Thiele “Maternidad Tabú”, ella sufrió de esta terrible enfermedad durante años sin saber que la padecía. Si se identifican por favor busquen ayuda, se trata de disfrutar y no de sufrir a nuestros hijos. Y no estoy diciendo que ella en específico tenga esta enfermedad, pero podría tenerla como cualquiera de nosotras podría.

Como siempre lo he dicho, convertirte en madre es algo muy duro y como saben fue una de las razones por las que inicié este blog, pero también es una de las cosas más increíbles que he hecho. Así que a disfrutarlos, que cuando menos nos demos cuenta, ya habrán volado.


 
 
 
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